De espaldas al público, la seda del vestido negro moldea cuerpo y músculos que se balancean al ritmo de la batuta. La piel se eriza con las notas de la música de Tschaikowsky. Es su debut después de más de diez años de estudios y perfeccionamiento. Las luces del escenario queman su piel y suda copiosamente a causa de los nervios, pero sus sentidos están puestos en las notas que emiten los instrumentos al ser ejecutados por cada uno de los miembros de su orquesta.
Una nota estridente la estremece; su oído se ve afectado cuando la leche se derrama, el niño grita, el agua chorrea de la lavadora y la olla express deja salir sus vapores ensordecedores.
Esther Vázquez Ramos
2 comentarios:
NO TE GUSTA MANUEL PUIG?????
Nunca lo leí.
¿Debería?
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