sábado, 15 de noviembre de 2008

Hora sin tiempo

Un pasajero, a otro:
—Disculpe, caballero, mi reloj se ha parado. ¿Qué hora tiene usted?
—Oh, lo siento; el mío se paró también.
—Por casualidad… ¿a las 8.17?
—Sí, a las 8.17.
—Entonces ocurrió, ciertamente.
—Sí. A esa hora.

Álvaro Menén Desleal

No hay comentarios: